Está claro que cuando contratamos un seguro, buscamos el más adecuado en función de nuestras necesidades, y también queremos que nos paguen lo más rápido posible una vez ocurrido el siniestro. En este post vamos a comentar los tipos de indemnización de un seguro que puedes exigir a tu compañía, una vez que se produce el siniestro.
El artículo 1 de la Ley de Contrato del Seguro, prevé varias posibilidades en cuanto a la prestación de la indemnización a que se obliga la compañía de seguros:
“el contrato de seguro es aquel por el que el asegurador se obliga, mediante el cobro de una prima y para el caso en que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura a indemnizar, dentro de los limites pactados, el daño producido al asegurado o a satisfacer un capital o renta o otras prestaciones convenidas”
El momento del siniestro es la parte fundamental de la relación entre el asegurado y su compañía y pondrá a prueba la eficacia del contrato que se firmó con anterioridad. El espectro de posibilidades es enorme y variopinto, desde el incendio de una casa, la muerte de una persona, llegar a la jubilación…Pero todas esta situaciones, obligan al asegurador a cumplir con su obligación que es la de indemnizar.
No debemos olvidar que la obligación del pago de la prestación convenida por el asegurador, deberá hacerse en los términos pactados en el contrato de seguro que vincula a las partes.
En los seguros de personas, nos referimos a los seguros de vida, accidentes, ahorro, etc. Por lo general la cuantía a indemnizar estará pactada de antemano y consistirá en un capital o renta. Será fácil exigir el pago.
En los seguros patrimoniales, en este caso nos referimos a seguros multirriesgos de inmuebles, donde fijar la cantidad a indemnizar es más complejo, ya que, existen diferentes clausulas y distintos criterios de valoración (depreciaciones por uso,…). En especial a los de responsabilidad civil, donde la indemnización nace de un acuerdo entre compañía y perjudicado.
Los tipos de indemnización de un seguro:
Prestación económica:
Las personas que reciben este pago, por lo general están obligadas a firmar un finiquito, cuya función es acreditar el cobro de la prestación y la renuncia a reclamar en el futuro. En la práctica casi todas las compañías pagan mediante transferencia bancaria, a la recepción del finiquito.
Pago en forma de reparación o sustitución:
Es la forma más estandarizada de pago en los seguros, envío de un fontanero, pintor…o incluso a un taller de la aseguradora.
Reparación de un cristal roto, por ejemplo.
Prestación de un servicio:
- La consulta telefónica de una duda jurídica.
- El envío de una grúa para remolcar el coche.
- Una intervención quirúrgica o consulta médica.
- Una reclamación contra un vecino moroso.
- Existen numerosos casos que podemos poner de ejemplo.
Lo que hay que tener muy presente es que las compañías de seguros son exclusivamente empresas de servicios y en consecuencia lo tienen que dar (y si no exigirlo) en especial en caso de siniestro, ya que, el asegurado es la parte más indefensa en esta relación.
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