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Buenas prácticas de seguridad en la empresa

En numerosas ocasiones nos encontramos ante empresas que no han evaluado correctamente sus riesgos. El proceso del seguro comienza con un riesgo: algo que necesita cobertura. Podría tratarse de un local de negocio, de una oficina, de un edificio, de una fábrica, de un aeropuerto,… En definitiva de cualquier cosa.

Debemos considerar tanto la valoración de los productos tangibles, es decir, las partidas materiales que se encuentran en la empresa, como pueden ser el edificio, maquinaria, existencias, …(las cuales se pueden valorar con diferentes métodos que dependerá de la visión de su Corredor de Seguros), como de los productos intangibles, como pueden ser el valor de las cualidades y habilidades de la plantilla, posicionamiento en el mercado, planes de estrategia, ubicación geográfica, …(los cuales también se pueden cuantificar de diferentes maneras).

La Gerencia de Riesgos se puede entender como el proceso de medir, determinar y desarrollar estrategias para controlar el riesgo. Estos procesos o métodos son aplicados por la empresa para proteger sus rentas y recursos contra los siniestros o pérdidas, que los posibles riesgos a los que están expuestas pueden ocasionarle. De esta manera, la propia empresa puede garantizar su permanencia en el tiempo y alcanzar sus objetivos sin interrupción alguna.

Es importante que se planifique y controlen adecuadamente los sistemas de prevención en las empresas, con el fin de que, en función de la política económica que adopte la empresa en cada momento de su desarrollo, se tomen las medidas preventivas necesarias para eliminar o reducir los riesgos analizados, así como los seguros que son precisos o convenientes contratar para traspasar las consecuencias de los posibles daños a las Compañías Aseguradoras.

Plan de autoprotección

El plan de emergencia de una empresa se centra en garantizar unos niveles de seguridad razonables frente a riesgos originados por la propia actividad.

Su finalidad es organizar los medios humanos y materiales disponibles para prevenir el riesgo de incendio u otro tipo, así como, en la medida de lo posible, garantizar la intervención inmediata y asegurar la evacuación del personal en los casos en los que fuera necesario. Para que esto sea posible, se deben cumplir estos objetivos:

  • Tener un conocimiento lo más completo posible de las edificaciones y sus instalaciones, posibles peligros, medios de protección disponibles y establecer un orden de prioridades en cuanto a las necesidades a atender.
  • Analizar, examinar, verificar y contrastar los programas de formación del personal y el estado de las instalaciones.

Protección contra incendios

El papel principal de los dispositivos de seguridad contra incendio es ayudar a proteger personas y propiedades. Cuando se declara un incendio, los resultados pueden ser desastrosos si se produce un fallo o funcionamiento defectuoso de la cadena de instalaciones de seguridad contra incendios.

Revisa, analiza y asesórate para la selección objetiva de los productos más adecuados para tu empresa.

¿Sabéis tú o tus empleados utilizar un extintor?, ¿cuánto tarda en descargarse?,…

Un consejo: Si dispones de un patio o un aparcamiento, siempre y cuando, no pongas nada ni a nadie en peligro. Puedes utilizar los extintores cuando estén caducados y tengas los nuevos allí, puedes quemar unos pallets y que los apaguen para saber cómo se utilizan.

Protección contra robo

Evalúa los puntos más frágiles que existen en tu empresa y busca asesoramiento a la hora de adecuar la mejor solución para tu caso concreto. En muchas ocasiones lo más eficaz es dejarse asesorar para evitar los problemas del: «si me lo hubieses dicho antes».

Lo mejor en estos casos es dejarse aconsejar por un profesional, te haremos las recomendaciones oportunas para que evites muchos de los riesgos derivados de tu actividad, además de buscar el seguro más adecuado para tus necesidades y presupuesto.

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